De Katherine Johnson a Newton

De: Katherine Johnson
A:Isaac Newton
3º ESO
Katherine

Buenas tardes, 

Es un honor poder hablar con usted Newton, voy a proceder a contarle un par de cosas que gracias a ti me sirvieron de mucha ayuda, pero antes de nada voy a contarle quien soy yo y cuál es mi historia. 

Yo soy Katherine Johnson, física, científica espacial y matemática estadounidense, mis cálculos de la mecánica orbital como empleada de la NASA fueron fundamentales para el éxito del primer y posteriores vuelos espaciales tripulados, calculé la trayectoria del Apolo 11, me gané la reputación de dominar los cálculos manuales complejos y contribuí al uso pionero de computadoras para realizar tareas. 

Pero yo ahora pienso en que todo esto no hubiera sido posible sin que tú descubrieras la teoría gravitacional. Y que pensarías si te digo que gracias a ti y a tus descubrimientos el ser humano ha llegado a la luna, se hacen misiones espaciales y muchas más cosas. 

Cuando descubriste las leyes del movimiento, afirmaste que “para cada acción, hay una reacción igual y opuesta”. Estas leyes sentaron las bases para comprender nuestro sistema solar y, en términos más generales, para comprender la relación entre un cuerpo de masa y las fuerzas que actúan sobre él. Sin embargo, también creaste un rompecabezas que ha desconcertado a los científicos durante siglos: el Problema de los tres cuerpos. Yo trabajé en este problema (y con las leyes del movimiento por supuesto) cuando trabajé en mi artículo “Cómo colocar un satélite sobre una posición previamente seleccionada”. Dicho artículo, resuelve el problema de cómo colocar un satélite en una posición precisa sobre la Tierra después de un número específico de órbitas. El cálculo encuentra la posición y el ángulo del último impulso de motor de la nave antes de que entre en vuelo libre. La dificultad reside en el problema que supone la interacción combinada de las fuerzas gravitacionales de tres cuerpos: la Tierra, la Luna y el satélite; además de las aproximaciones necesarias, en la correspondiente trigonometría esférica, debidas a que la Tierra no es una esfera perfecta. Es decir, se trata de un problema acerca de la dinámica de tres cuerpos donde, además, es necesario implementar cambios en la posición debidos al achatamiento de la Tierra. Entonces se calcula el ángulo azimutal que debe utilizarse como dirección final antes de apagar los motores del vehículo espacial. Estos cálculos sirven, a su vez, para asegurarse que la nave está en la posición correcta para su regreso a la atmósfera terrestre. Es decir, para recuperar un satélite artificial es necesario traerlo a un punto preseleccionado sobre la superficie terrestre, a partir del cual puede iniciarse el retorno. El cálculo se realiza numéricamente, primero considerando la Tierra esférica, y luego se añade al resultado los efectos del achatamiento de la Tierra. Todo esto fue gracias a la teoría gravitacional y las leyes del movimiento. 

 

Pd: Si esta carta te llega algún día es porque ha surgido un milagro en la física y el espacio-tiempo.

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