La indecisión de Descartes

De: René Descartes
A:Marin Mersenne
3º ESO
Domino y claxon internacionales

A Marin Marsenne

 

Amigo Marsenne, días llevo pensando en la filosofía sobre la que te hablé, como sabrás, fui el único hombre de aquella sala que no aplaudió a Chandoux, hace meses de aquel acto. Como sabes, después explique el razonamiento que yo creía que era el mejor, hablé sobre mi método natural. Días después, el conde Bérulle me citó, yo, como no sabía la razón de aquella cita, supuse que “Ça ne casse pas trois pattes à un canard(expresión francesa usada para referirse a que no tenía mucha importancia). El conde me instó en que entregará mi vida en conseguir una aplicación para que mi método fuera aplicable tanto a la filosofía como a la mecánica y a la medicina. Mi gran incertidumbre es si mi método seguirá utilizándose, o se perderá en el olvido de las mentes. Muchos han evitado caer en aquel pozo del que nadie sabe nada y como ellos yo intentaré hacer lo mismo. No sé si estoy teniendo un momento de hesitación o si quizá mi mente se está nublando por los métodos opuestos a los míos. Tengo la presión de todos, el método de Chandoux, aunque es bueno, tiene fallas, se está basando en el conocimiento del pasado y no en el pensamiento presente. Marsenne, creo que estoy empezando a dudar de si mi método es el más adecuado, en mi interior sé que lo es, pero algo no me deja expresarlo. 

 

Más algo que me queda por decirte, sabes que desarrolle este nuevo plano cartesiano y me parece que tiene varias fallas. De nuevo me revuelve esa incertidumbre de sí lo he hecho suficientemente bien o no, ¿acaso estoy delirando? Sea como sea, espero que al menos mi invención de los planos cartesianos no se esconda en la penumbra y no vuelva a ver la luz del día. En fin, que la vida me dé prosperidad aquí si no es en otro lugar. 

 

Espero que todo vaya bien por allá, nos veremos pronto querido amigo.

 

René Descartes

 

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