Querido hermano:
Estoy muy preocupada por ti, no te veo desde aquel septiembre de 1937 durante la gran purga, no hubiera sabido cómo contactar contigo de no ser por mi amigo Albert Einstein, que me dijo que estabas en la cárcel.
Necesito saber como estás, y si te falta mucho para salir de la cárcel. Tus hijos te echan de menos y papá también.
Yo estoy bien, dentro de unos meses me voy a someter a una operación de quiste ovárico. Es un poco peligrosa pero me tengo que arriesgar.
Cuando salgas de la cárcel ven a verme a Estados Unidos, es una pasada. Te lo quiero enseñar entero, así que me tienes que prometer que vas a salir de la cárcel, y que vas a volver con tus hijos.
Nos vemos pronto.
Con cariño tu hermana Emmy Noether.
